sábado, 9 de abril de 2016

De Heroínas, guerreras pintoras, domadoras de leones y otras virtudes.

Primero una deuda que tenía pendiente, permítame señor lo atiendo

Uno le va sacando el cuerpo a las deudas sobre todo aquellas que son duras para el alma, pero creo que me tenían por ahí apuntado en la libretica y llegó el momento de pagar.

Señor lo atiendo?  esta fue una frase que identificó una amistad entre una pareja y el suscrito, ambos de a caballo, excelentes anfitriones, buenos tomadores de aguardiente y sinceros como los que más.

Hoy solo hablaré de él, y se me viene a la cabeza una palabra, Pulcritud. Escuche varias historias acerca de este señor, pero todas tenían siempre algo en común, el énfasis que hacía su primo, casi hermano, de la forma en que mantenía sus carros, sus zapatos, sus caballos su ropa, en fin se mantenía pulcro.

Esto me pareció normal hasta que un día lo vi en tres puntadas caminando bajo los samanes y con el piso lleno de estiércol de caballo, pero el mantenía sus pies absolutamente limpios, como hacía? no lo se.

Recordé entonces imágenes de este quijote arriero y siempre lo vi pulcro, pulcro en su pensar, en su accionar, en su montar y en sus ademanes, su forma de montarse al caballo siempre me produjo una gran admiración sólo superada por la admiración que me causó la primera vez que lo vi sin sombrero y observe " esa mata e´pelo" absolutamente bien peinada, esto fue en la boda de su niña, luego volví a observar su cabellera blanca en el velorio de "la mona" y otra vez, todo, incluso el cabello y el decir fue pulcro.

Quiero ser claro en manifestar que pulcritud no riñe con dureza en el hablar, en el opinar y en el accionar, hasta para putiar hay que ser pulcro.

Ya anteriormente había hablado de él en su rol de abuelo, y son pocas las cosas por decir de más, ser el báculo de una familia, el apoyo de unas hermanas, el padre de unos niños cuya madre se convirtió en ángel prontamente, tomador de guaro, montador, amigo, hermano y otras tantas cosas, todo sin doblar la espalda, es muestra de un alma recia, así señor hoy le estoy pagando esta deuda que tenia de hablar un poco de usted y darle las gracias por su pulcritud, espero que ya que se adelanto haya cogido buena mesa y este listo, como siempre,  para ensillar y recorrer los ahora caminos eternos.

Ahora si a lo que vinimos.


Despedir a una guerrera no es algo fácil, siempre se tiene la esperanza de que saldrá avante de todas sus batallas, y cuando uno los ve yacentes dice que paso? algunos los culpan a ellos, otros culpan a los dioses, otros a los médicos, incluso se culpa a la misma muerte de ejercer su trabajo. 

Luego vienen los recuerdos y ahí salen a flote las grandes batallas que ganó, casi siempre opacadas por la que perdió. Su fortaleza, su arrojo, sus ganas de vivir etcétera etcétera.son las cualidades de una guerrera pero hoy no quiero mirar esta dama desde sus triunfos ni desde sus batallas, hoy voy a hablar de algo que para la mi la hace una auténtica heroína.

Cuando pregunte que hacia la dueña de un cabello hermoso y una sonrisa que iba desde los ojos hasta el último confín de su rostro me dijeron que era pintora y dictaba clases de pintura, me pareció un dato muy normal en un pueblo de artistas, luego empece a observar su mejor obra, y esa fue la sonrisa permanente en el alma y en el rostro de ese muchacho que desde hacia muchos años la miraba a la distancia.

Si señores para mi el héroe no es el que gana muchas batallas sino aquel que le enseño a otro a ganar las propias, y para esto hay que ser artista y maestro, hay que tener la paciencia del que enseña y los ojos del que ve lo bello en todas las cosas, aquel que descubre que las sombras también  son parte del paisaje.

Siempre el destino enseña, y de que forma, por esto los héroes no piden a sus dioses que acaben con su enemigo sino que piden fuerzas para luchar las batallas así no salgan vivos de ellas, lo importante es luchar hasta el último instante incluso sabiendo que muchas veces el mayor de los triunfos es rendirse y aceptar lo que tenga que venir.

Preparar el alma de sus dos amores para que vivieran sin ella, trasmitir su amor a la vida, su sencillez, su paz interior, su valentía para enfrentar las realidades de la vida, su fe en el gran hacedor, en fin lograr dar su alma,  ese es su auténtico triunfo, ahí es donde esta su valentía, esa es su mejor pintura, su mejor clase y su gran triunfo.

Doña Astrid déjeme decirle que usted no es una simple guerrera sino una heroína y si algunas leyendas son ciertas ayer le devolvieron su alas, porque sólo los ángeles son capaces de dar amor hasta el ultimo instante y lograr que su entorno cambie para bien, logrando convertir los miedos en alegrías y la soledad en compañía, aun venciendo el muro de la muerte.