No se si fue por el cumpleaños de mi hijo, o por las distintas publicaciones en que anuncian mil cosas para los padres, o por que Everfit hará su relanzamiento de marca para estos días, pero en fin ahora me doy cuenta que los papás ya no somos los seres de carne y hueso de antaño, ahora son unos seres de revista, con ciertas medidas y estilos de peinado, ropa y demás.
Pero comencemos con las damas, ahora las mamás no engordan tienen ropa de marca para su estado, se ponen tacones altos en fin su maternidad es algo añadido a la vida cuando más porque algunas de las veces es un simple añadido o el cumplir. Recuerdo las madres de antes aquellas donde su maternidad era primordial, se cuidaban para un nuevo embarazo porque la maternidad no era única sino por lo menos dúplex, no voy a descalificar las madres actuales lo único que digo es que ahora son más irreales, más ejecutivas, más modelos, más educadas, en fin son todo menos esas compañeras de vida que nos llevaban de la mano al colegio, eran nuestras compañera y directoras de juegos, eran aquellas que estudiaban a nuestro lado y aprendieron o re- aprendieron la suma, resta, multiplicación y división, aprendieron lo del diptongo y el triptongo, en fin aprendían a nuestro ritmo, pero ahora el profesionalismo y tantas cosas, remplazaron esas compañeras por la muchacha, el nintendo, el computador en fin por todo lo que ellas ahora compran con sus sueldos han dejado a los niños solos, y por eso ahora son cada vez más grandes y de menos edad, antes decían mírelo parece un viejito y ahora dicen mírelo que es un viejito, donde esta la compañera, la primera educadora, la guía, esa teta que ya no se puede ni dar porque se daña la cirugía o el cuerpo, en fin estamos frente a unos hijos sin mamás.
Pero claro esta existen mil razones para que las madres se hayan apersonado de su papel de mujeres, de profesionales en fin de lo que ellas creyeron que era ser persona, y más con la idea de que si para hacerlos se necesitan dos para criarlos también se requerían de dos, y por eso si la labor de madre era de todo el día si se hacia entre el padre y la madre el trabajo solo seria de medio día y claro el otro medio se podía utilizar para estudiar trabajar en fin hacer otras tantas cosas que el cuidado de los hijos no permitía. Pero graso error, los hijos requieren del cuidado de sus dos padres durante todo el día y descargaron la responsabilidad en unos irresponsables, nosotros los hombres.
Pero ahora es peor, siempre hemos sido unos de la seres de la calle y hemos delegado nuestras responsabilidades en nuestras parejas, pero antes siempre se llegaba a casa, no había tantas cosas en que pensar pero ahora lo menos es que tenemos que cambiar los bota-campanas por los bota-tubo, las camisetas anchas por las ajustadas en fin ya los padres son de catálogo y dejamos de ser atractivos por convertirnos en metrosexuales, cada vez más parecidos a nuestras parejas y más mensajes raros para nuestros hijos pues las imágenes cada vez más son femeninas y la imagen masculina se esta diluyendo en posters de hombres con unos abdómenes impecables pero con muy poca testosterona, donde están los señores de pocas palabras pero cada una de ella sirvió para abrir camino entre esta montañas, era punzantes y sabia para dar un solo consejo en el momento oportuno, y sobre todo donde estarán aquellos hombres que tenían como mayor valía su palabra.
Donde están los padres que fueron los primeros caballos, el primer avión, la primera bomba que nos inflo la piscina, aquel que a pesar del mal ejemplo siempre merco lo necesario, no lo que esta de moda, aquel que sabia cuantas materias perdíamos y regañaba, aquel fiero cazador de zancudos en las noches, aquel que pocas veces pronunció una palabra de cariño pero que nunca se puso en duda su afecto. Donde estarán los hombres que ahorraban para comprar un carro donde cupiera la familia y no el último modelo donde no caben los niños que van creciendo.
En fin que será de nuestros hijos con esta ausencia tan brava de padres, se que no soy el más indicado para hablar del tema pero no podía dejar de a mi manera darle unas gracias enormes a mi madre, aquella anciana que me produce todos los miedos del mundo, rezarle un padre nuestro a mi padre que se que lo necesita y decirles a mis hijos que ya que no puedo ser ese compañero de diario a lo menos aquí esta un amigo con mucho camino recorrido y que puede decir que hacer cuando el mundo se siente cerrar.
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