lunes, 25 de febrero de 2008

De los cojones de Fidel.

"Queridos compatriotas:


Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje.


Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario.


Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo.


Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de Presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del Primer Vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva. El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de Ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud.


Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo.


Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación "no exenta de riesgos".


Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer.


A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.


En breves cartas dirigidas a Randy Alonso, Director del programa Mesa Redonda de la Televisión Nacional, que a solicitud mía fueron divulgadas, se incluían discretamente elementos de este mensaje que hoy escribo, y ni siquiera el destinatario de las misivas conocía mi propósito. Tenía confianza en Randy porque lo conocí bien cuando era estudiante universitario de Periodismo, y me reunía casi todas las semanas con los representantes principales de los estudiantes universitarios, de lo que ya era conocido como el interior del país, en la biblioteca de la amplia casa de Kohly, donde se albergaban. Hoy todo el país es una inmensa Universidad.


Párrafos seleccionados de la carta enviada a Randy el 17 de diciembre de 2007:


"Mi más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus ciudadanos sin discriminación alguna, requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez. Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos.


"Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir.


"Pienso como Niemeyer que hay que ser consecuente hasta el final."

Carta del 8 de enero de 2008:


"...Soy decidido partidario del voto unido (un principio que preserva el mérito ignorado). Fue lo que nos permitió evitar las tendencias a copiar lo que venía de los países del antiguo campo socialista, entre ellas el retrato de un candidato único, tan solitario como a la vez tan solidario con Cuba. Respeto mucho aquel primer intento de construir el socialismo, gracias al cual pudimos continuar el camino escogido."


"Tenía muy presente que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", reiteraba en aquella carta.

Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo.

Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución.

El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.

No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel" . Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.

Gracias

Fidel Castro Ruz,
18 de febrero de 2008

5 y 30 p.m."

La anterior es la carta de despedida del comandante Fidel Castro, me pareció importante publicarla en su totalidad porque la mayoría de las cosas que hemos escuchado han sido conclusiones de lo que pude no pasar en cuba con esta renuncia, pero es muy importante conocer lo que realmente dijo el camarada Fidel.
Una vez leída esta carta pude extraer varias ideas, que sin pretender ser politólogo internacional, y mucho menos hermenéutico del lenguaje, son para mi puntos importantes:

Fidel como todo buen convencido de sus ideas, considera que la revolución es una obra inconclusa y que todo lo que el ha hecho ha sido con el apoyo del pueblo. De esto podemos decir varias cosas, la primera que ojala todos tuviéramos la convicción de no creer realizados nuestros sueños al primer triunfo así este lleve mas de cincuenta años, nunca debemos dejar de soñar y de aterrizar esos sueños materializándolos poco a poco, como dice mi mamá: “ si yo me hubiera hecho, todavía me estaba puliendo”. Otra conclusión es la noción de pueblo, Fidel no utiliza la creación burguesa del sentido de nación, no en cuba existe un pueblo, esto quiere decir que es una sociedad en creación y llena de mestizaje ideológico, lo que nos lleva de camino a la tercera idea, el apoyo ha sido de la mayoría del pueblo, no de su totalidad, aquí se esta admitiendo con valentía que existe otra forma de mirar la realidad, otra cosa muy distinta es que esta divergencia tenga la posibilidad de lograr un cambio con el apoyo de los mecanismos estatales de participación, porque como bien hemos sabido las ideas en contra del régimen han sido un pasaporte al paredón de fusilamiento o a la horca.
Fidel admite con gran valentía que durante un tiempo no tuvo el dominio total de su mente, pero esto fue cuando ya había claudicado temporalmente a ese enorme poder de decisión que tiene en la isla, y lo mejor al lograr recobrar ese dominio total de su mente su pensamiento se cifro en abandonar ese poder casi omnímodo. Que ejemplo para muchos de nuestros dirigentes o para los dirigentes de otras naciones que ya han sito tachado de locos y disparatados, pero con el único argumento de su poder han prohibido hablar del tema; aquí señores nos pusimos de frente con el hombre que domino la Sierra Leona, que hizo una revolución y que se mantuvo firme en sus ideas, equivocadas estas o no son para el tan importantes como para haber admitió la falta de control sobre su mente.
Pero Fidel no descarta la capacidad mental del enfermo del cuerpo, por el contrario resalta la oportunidad de tener tiempo para leer y reflexionar sobre ideas importantes sin el agite de la decisión presurosa. Afirma que los mayores que lo acompañan en el gobierno deben de aportar la experiencia en la formación de ideas nuevas que continúen apoyando la revolución, pero afirma que esto no les da potestad para perdurase eternamente en el poder, al contrario estos ancianos cuentan con la autoridad y experiencia para garantizar el reemplazo. Algunos, por no decir que todos deben estar pensando en que el nombramiento de Raúl Castro es ningún cambio, pues aunque no le crean, este es un pequeño paso hacia la modernización de una idea, porque no podemos pretender que el gobierno cubano cambie su discurso, lo que si añoramos es que lo modernice y democratice, aunque para muchos las democracias que mantienen un candidato en el poder dejan de serlo y se convierte en dictaduras.
Pero cuba ha venido jugando estratégicamente su partida, en los puestos intermedios existe ya presencia de una generación intermedia que aprendió junto a los mayores. Eso es bueno y coherente con el discurso, pero en nuestras democracias los candidatos intermedios no existen y si existen tienen que esperar que el jefe decida apoyarlos o el colmo de la incoherencia y la incapacidad, estos puestos intermedios, algunos llamados los segundos puestos del país, están siendo tomados por un nuevo discurso que en nada tiene que ver con nuestra historia ideología y que viene con el rezago de la creencia en las ideas de la antiguo Rusia, agravado por el hecho de encontrarnos con lideres de izquierda estrato seis, que cambiaron la rosca del político por la del empresario, la del gamonal por la del catedrático, la del recomendado por la del muchacho conocido, en fin no inventaron una forma nueva de hacer política, sino que cambiaron las regla existentes de la misma.
El camarada Fidel se autonombra un soldado de las ideas, y con esto refrenda toda su vida, desde siempre fue un guerrero de ideales, aprendió lo importante de la palabra, a nadie le dijo que no deseaba quedarse en el poder, por el contrario siempre hizo la forma de obtener los medios para perdurar, contrario a muchos que dicen no interesarse en otra palomita pero están pensando en nunca retirarse de sus puestos; Aprendan, cuando a uno le gusta el poder, simplemente le gusta y quédese allí pero por favor que la prensa no tenga que volver a decir que el presidente tal o el mico tal antes habían dicho que no y ahora dicen que si, no señores un líder sin palabra no merece estar en ningún puesto de dirigencia.

Mi saludo y respeto para el dictador cubano que la enfermedad le hizo ver lo mortal de sus ser y lo inmortal de las ideas, vivan los hombres de palabra aunque esta palabra haya causado tanto dolor a un pueblo tan pequeño, a lo menos ellos han sabido con que clase de H.P. han tratado siempre y no como en estar repúblicas bolivarianas que siempre hemos tenido lobos con piel de corderos.

Por ultimo y siendo coherente con la ya escrito quiero invitar al presidente bolivariano a seguir el ejemplo de su hermano cámara y a pensar en entregar el poder debido a la incapacidad de alcanzar el dominio total de la mente porque en cabeza de quien cabe pretender continuar dirigiendo un pueblo que tiene plata en los bolsillos pero ni un puñado de mierda para comprar en los supermercados. Un jefe de estado no se puede gastar el dinero en los problemas vecinos cuando la casa esta llena de necesidades, eso es tanto como ver morir a los hijos de hambre e invitar al vecino a comer en restaurante.
Quiero cerrar este escrito parodiando una pregunta de El Tiempo: Si usted estuviera secuestrado a quien acudiría: - PIEDAD, - CHAVEZ o URIBE.

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