lunes, 3 de marzo de 2008

EN REALIDAD QUE SOMOS?

Que lástima la muerte de Luis Edgar Debia Silva, a esa edad uno solo debe morirse “de repente” pero ahora su imagen da la vuelta al mundo, en calzoncillos y de franela, menos mal que no estaba desnudo porque sino la prensa, que no respeta, lo hubiera mostrado así.

Para acabar de ajustar su computador, donde ahora uno guarda los correos de todos los amigos y las fotos de las parrandas también están saliendo a la luz pública, y en las fotos solo se ve ya a un viejo barrigón que gusta del whisky y atiende a sus amigos con trago bueno, adorna su casa con bombas para el encuentro, tal y como lo hacemos todos, lo más seguro es que muchos no podamos dar trago importado pero a lo menos aguardiente no falta en nuestras fiestas.

Resulta que como la mayoría estaba divorciado, tenia una excompañera que le dio un suegro viejo, enfermo, de Génova – Quindío, y con la fea manía de creer que esta en el gimnasio a toda hora y por eso mantiene la toalla en el hombro, esto sin contar su hablar amontañerado y la testarudez que se ha incrementado con los años, que joya de suegro. Pero según los chismes de farándula, valió más la amistad porque dejó esa también, sin dejar de ser amigo del suegro, y ahora andaba con una más joven, las carnes firmes nos van nublando la visión con el pasar de los años.

Sé que empezando por la cuñada, que me ayuda con lo de la ortografía, y terminando por mis amigos que saben de mis férreas ideas en contra de la violencia, principalmente la producida por la izquierda, se deben estar debatiendo entre a lo menos dos preguntas: quien es el muerto? O este guevón se enloqueció y ahora le dio por dolerle la muerte de guerrilleros? Pues mis amigos los que no lo sepan don Luis Edgar no es otro que alias RAUL REYES, y como los guerrilleros no me interesan, la muerte de Raúl me importo un culo, tampoco como para reírme ante cámaras en plena rueda de prensa como el general Naranjo, pero de ese si no me interesa escribir.

Me interesa escribir sobre Luis Edgar, con ese nombre de galán de telenovela no se podía esperar menos que ex esposa, compañera y amante polla, viejo, con plata y poder como no darse el gustigo del rolex permanente en la muñeca, que no han dicho donde quedo, de hacer sus rumbitas y tomar amarillo, tener teléfono satelital y gente para que lo atienda, fuera de amigos presidentes y ministros, en fin hasta columnista era don Luis Edgar.

Pobrecito, la muerte lo cogió en pijama, como sería de duro, eso han dicho muchos de los que han secuestrado mientras dormían plácidamente, o los familiares de los que han matado porque si, totalmente desarmados e indefensos, pero don Luis Edgar era un hombre de escoltas permanentes y según dicen avezado en esas vainas del ataque sorpresa, de la emboscada, del bombardeo, pobre el solo con cilindros, creo que la bomba que lo mató si era convencional y aprobada por el Derecho Internacional Humanitario.

Pero duro, no han dicho como fue, pero quién sería el hijo de puta que puso minas cerca a donde estaba viviendo don Luis Edgar y pobrecito una de ellas le voló una pierna, sin hubiera quedado vivo no se hubiera tenido que preocupar por la rehabilitación porque aquí en Colombia estamos ya expertos en eso gracias a la guerrilla que ha hecho tanto daño con ese inventico, y como el era bajito nuestros médicos son unos tesos por lo de tantos niños que han sido mutilados yendo para la escuela, me imagino que eso es lo mismo un niño que un hombre chiquito.

En fin el muerto era don Luis Edgar, eso fue lo único que quedó, el cadáver de don Luis en calzoncillos, franela y de encima amputado, pero ahora viene la parte importante y ésta consiste en lo que podemos decir acerca de lo que somos, y ahí me atrevo a decir que somos lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.

Entonces el muerto, don LUIS EDGAR, no es el causante de este alboroto en mi país y en los países amigos de la guerrilla, el causante es RAUL REYES el personaje creado que servía de muñeco para expresar ideas y que de encima convertía en realidades lo que se pensaba.

Ahora recuerdo la muerte de un ilustre hijo del suroeste antioqueño, que fue conocido como “el largo caballero” y que tuve el honor de conocer desde niño y de asistir a su funeral en el cual solo escuché frases de gratitud y nobleza por parte de todos los asistentes, este caballero murió como vivió, de una forma noble y tranquila, sentado frente a su máquina de escribir, con la frente en alto y un gran legado para todo su entorno, éste al contrario de don LUIS EDGAR, nunca tuvo que inventarse un personaje, porque su nombre de pila fue lo suficiente para llevar de forma coherente, sincera, amable y sobre todo recta la vida, sus pensamientos, sus palabras y sobre todo sus actos. Pobre Raúl Reyes, porque a su funeral no van a poder ir ni siquiera sus amigos, y mejor dicho no va a poder ir nadie porque Raúl Reyes no existe, solo existe Luis Edgar y ese nombre no fue capaz con el peso de tanta inmundicia por eso se tuvo que poner otro e inventarse un Cirineo que lo ayudara a cargar el mal que pensó, habló e hizo.

Ahora a todos los invito a recrearse cada día y a nunca olvidar que la gente nos va a calificar por lo que hacemos y decimos, por eso a pensar, a decir y a actuar mejor para que nuestra muerte sea igual a nuestra vida, los tanatologos dicen que se muere como se vive y sino lo crean vean las fotos del cadáver de Don Luis Edgar que vivió como Raúl y murió como sus víctimas.







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