lunes, 8 de abril de 2024

#DESDEelPUPITRE

 Del Corazón y De Otras Vainas Cuánticas.


Los fines de semana son muy propicios para sentarme en mi pupitre Lasallista, esta maquina del tiempo que encontré donde los anticuarios, seres con el destino cuántico de no dejar que el tiempo borre todo vestigio del pasado.

Ver los resultados de mis equipos de medición cardiaca, reloj, pulsera, varias aplicaciones,  es descubrí que en todas,  el corazón, late muy bajo par el nivel de exigencia, esto ya lo he consultado, alguien me dijo que iba a necesitar marca pasos, pero todos los exámenes salen correctos, el corazón late despacio pero sus palpitaciones son los suficientemente fuerte para no tener que latir muy rápido, por que lo hace fuerte. 

Luego de esos entrenamientos me senté en mi pupitre mágico y regrese a las clases de biología, recordé los viejos amigos y sobre todos a dos de los profesores al hermano German Jaramillo y a Cesar, grandes personas, profesionales y ante todo buenos educadores y amigos, con ellos aprendí del sístole y diástole, de aurículas y ventrículos, y de las cedulas cardiacas,  con el tiempo aprendí que su movimiento tiene que ver con una especie de sistema eléctrico inalámbrico, ya en la adultez aprendí que hay células cardiacas no solo en el corazón si no que también por ejemplo en el estomago por eso las emociones se sienten ahí, y por eso el cuento de las mariposas en el estomago. 

En la biología de aquellos años nos enseñaron también de las neuronas, de sus uniones las llamadas sinapsis, y de la comunicación entre el cerebro y el corazón, por eso el pensar cambia el ritmo cardiaco y cuando hay ciertos pensares el corazón se acelera o se desacelera, y por eso si el corazón no late bien el pensar se hace tan difícil.

Mire el reloj y recordé que entrenando había pensado en sus ojos, en su risa, en su abrazo y que sorpresa el ritmo cardiaco estuvo alto, lo que no logra el ejercicio lo logras con ese pedazo que dejaste en mi.. tu recuerdo.

Le escribí un amigo cardiólogo, le pregunte que por que pasaba eso, y me mando para donde el psicólogo, que vaina con los años los problemas cardiacos ya no son del corazón.

Absorto en esos pensamientos cardiacos y tu recuerdo vi que llegaba un hermoso pajarito a beber del agua que les mantengo en el balcón, era tan hermoso, tan pulido que afirme que era hembra, el pupitre y su magia me transporto otra vez a el aula de clase, recordé que un compañero de colegio, que nunca fue ni será amigo, que era un ser extraño, callado pero de hablar por la espalda.

Un día llego con una jaula y una hermosa pajarita igual a la de mi balcón la jaula era hermosa, le tenia de todo agua, comida nido y demás, pero la pajarita no cantaba, era triste y en un descuido le abrí la jaula, la pajarita voló a mi lado, pero picoteaba, no se quedaba quieta no sabia como ser libre y con su pico y sus pequeñas garras hacia un gran daño en mi piel, la espante de mi lado y ella levanto vuelo, cual seria mi sorpresa que a los días volví y vi al niño con la jaula en su mano y otra vez la pajarita dentro.

Se veía más triste, con menos fuerza de cantar o volar, yo ya sabia de lo que ella le podía hacer a mi piel, pasaron los días y  ella  más triste, decidí aprender el lenguaje de las aves y me comunique con ella, le dije que le iba a abrir la jaula  pero que no me hiciera daño, ella con un canto triste, trinó  me dijo que no, que ella tenia que aprender a ser libre y a no hacer daño, a confiar en los seres libres,  me hizo prometerle que cuando ella estuviera lista le iba a abrir la jaula, de eso hace años, pero todavía tengo ese compromiso aunque no se ya donde esta la jula.

Vi que el corazón se me acelero con ese recuerdo, llame a un amigo psicólogo para que me dijera el por que de esas aceleración de corazón sin tener que ver con la actividad física y peor por un recuerdo, ese se rio mucho y me dijo, no jodas lo tuyo ya es del mundo de la cuántico. 






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