martes, 15 de abril de 2008

DE LAS INCONGRUENCIAS

Toda la vida adulta es un camino hacia la congruencia, lo más difícil es que la congruencia es algo social y no personal.

Con el tiempo vamos descubriendo nuestra esencia y nos vamos volviendo congruentes con ella, pero allí empiezan los problemas puesto que si nuestra persona es un poco distinta del ideal de nuestro entorno entonces allí empiezan a decirnos que no debemos ser tan congruentes con nuestra realidad sino con la realidad del medio, y no estoy hablando de los extremos sicóticos o violentos o cualquier aberración que atente contra la supervivencia del medio ambiente o de la supervivencia del ser humano.

Empecemos con lo fácil, las incongruencias de lo que consideramos lógico:
- En la escogencia de Universidad, cuantas veces su elección depende de situaciones como: Está más cerquita, Es en la que estudió toda mi familia, Es la única que me pueden pagar, en fin de todas las personas que conocemos cuantas han dicho: Es la de mejor profesorado según el estudio de las hojas de vida de los profesores, o es el mejor pensum del mercado, o es la que me gusta por la posibilidad de empleo para sus egresado, en fin la escogencia depende de cosas externas y casi nunca de internas o de nuestra querencia.
- Otra cosa, y no se si antes o después o instantáneamente a la escogencia de universidad es la de escogencia de que se va a estudiar, Primero va el curso vocacional, la opinión del papá y más si es el que paga la universidad, o escoger la universidad está de moda, o la que no tiene matemáticas o la que no tiene filosofía, o en la que va a estudiar la mitad del once, en fin casi siempre depende de muchas cosas, pero depende realmente de nuestras capacidades, de nuestras aptitudes y/o de nuestros auténticos deseos, y eso que no voy a hablar de aquellos que cambian la carrera cada seis meses o peor aún aquellos que cuando ya van terminando deciden que eso no era lo que querían estudiar.
- Y ahora para la mayoría nos metemos en los vericuetos de la convivencia con alguien, llámese matrimonio, enmosamiento o cualquier otro tipo de convivencia y allí vuelve y juegan los elementos externos, que está buena, que es linda, que es buena persona, que está en embarazo, pero cuántas veces opera el que tiene una gran personalidad, el es sincera, en fin cuántas veces es relevante lo importante, aquello que no tumba el tiempo ni la gravedad, aquello que no cansa con la repetición diaria, lo que alegra el alma y no el cuerpo.
- Después de esto viene otro royo, los hijos, y cuántos de estos son deseados, planeados y sobre todos vienen como producto de unos padres los suficientemente maduros para encarar la responsabilidad de ser padres
- Y con estos últimos si que vienen cosas, que si niño que si niña, pero en ningún momento que si va ser un buen ser humano, pareciera que la salud física, la apariencia y el sexo lo fuera todo. Pero ellos nos ponen la tapa para la incongruencias, y eso lo vivimos cuando es el primer día de clase si ellos se quedan llorando les decimos que dejen de ser bobitos pero si se quedan felices ahí es donde nos sale lo peor y lloramos porque un infante asume seriamente su primera obligación escolar y nosotros le mentemos cosas de sentimientos e ingratitudes.
Demos un salto hacia la edad madura y allí logramos encuadrarnos en lo que queremos y no queremos, y empezamos a tomar decisiones sobre nuestra vida y allí comienza el viacrucis.
- Decidimos separarnos, divorciarnos, ir al tribunal eclesiástico y anular el matrimonio o simplemente dejarnos, y nos volvemos los más malos del mundo, nos dicen que es una cruz que se debe cargar por más pesada e ignominiosa que esta sea que si nos equivocamos de malas pues esa fue la elección que tomamos, pues no señores si las cosas no funcionan es mejor salir a tiempo a no ser triste eternamente.
- Pero logramos esto y nos quedamos viviendo solos, y esto es otro problema si empezamos a rumbear mucho la cantaleta por el libertinaje y si nos encerramos juiciosos pues también cantaleta porque nos embobamos y la supuesta tristeza nos esta matando. No señores es una decisión seria y meditada el vivir nuestra vida de la forma en que queramos.
- Pero bueno las incongruencias puede que no sean nuestras sino de los demás y así se pone la vida cuando ya nos sentimos adultos y actuamos como tales y tenemos una posición seria frente a la vida y frente a lo que queremos ya en ese instante volvemos a estar fuera de foco para los demás ya no somos maduros sino resabiados, caprichosos, beatos o cualquier calificante que pueda ponernos en contravía de lo que hemos obtenido y allí señores es donde debemos de dar buenas y serias respuestas, llegamos a un punto en la vida que nos colocamos la ropa que queremos, estudiamos o no estudiamos si queremos, vivimos con alguien si es nuestra elección, mejor dicho somos los dueños de nuestras vidas y ya no necesitamos copiloto, a esto le llamo yo congruencia.

Pero no podemos llevar la incongruencia única y exclusivamente al nivel personal, lo debemos de poner a otros niveles y aquí van unas perlitas:
- Somos uno de los países más felices del mundo y tenemos la guerrilla más vieja del mundo, nuestros senadores estan en la cárcel o próximo a estarlos, tenemos una gran cantidad de niños desescolarizados, el maltrato familiar no ha disminuido ahora se pasó a los dos lados de la relación, seguimos teniendo un altísimo porcentaje de desempleo, nuestra economía esta en su mejor época y todavía los niños se mueren de hambre, en el Chocó nadie sabe que se hicieron cinco toneladas de alimentos para los niños, tenemos una democracia obtenida con votos pero todavía la gente considera que esto no es bueno, en fin que podemos esperar donde un senador va a tomar su detención como unas vacaciones, pero peor aun después de muchos años nuestros país todavía se divide en bando cuya única diferencia de fondo es para donde echan la plata de sus negocios turbulentos y peor aún los entes de control siguen ganando tan poquito que cualquier delincuente de medio pelo se puede gastar en una fiesta lo que esta gente se gana en un mes o más.

Así pues señores la invitación es a ser congruentes con sus pensamientos, con sus decires y con sus acciones. Lo que piense piénselo bien, los que diga dígalo mejor y lo que haga que sea una reflejo de las dos anteriores.

Me quiero despedir con una buena frase de una santa: Señor ayúdame a querer poco y que lo poco que quiera lo quiera poco.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario